Ayer fue también una tarde de gloria, ese depósito, ¿cuantos litros de gasofa mezclada con aceite habrán pasado por él?, ¿qué producto le habrán echado mezclado con la gasolina?.
Pues nada, compro mi bote de salfumant (agua fuerte para los que no lo conozcan) para quitar el óxido del interior.
Segundo paso, vierto parte de su contenido en el interior del depósito, rebajado con agua por supuesto, introduzco una cadena y venga a darle movimiento, hasta que los brazos dijeron que ya estaba bien. Quito el líquido del interior, y veo que aún sigue una capa de algo negro en su interior, vuelvo a meter la cadena y otra vez a darle a las maracas. Eso no sale. Piensa, piensa.....
Meto un desmontable para las ruedas, recuerdo de mi padre y comienzo a dar al interior y tachan, comienza a desprenderse de las paredes algo como si fuera alquitrán, ¿que le echarían a la moto?.
Después de llevar un rato, empieza a quedarse medio bien. Ya estoy cansado, ya ha oscurecido, lo dejo para otro día.
Tengo que comprar el grifo de la gasolina, está atorado, no hay forma de limpiarlo.
Pongo otras fotos para que se vea el motor, y el CARENADO, que no se crea nadie que eso es un invento actual, las motos ya se tuneaban por aquel entonces, hace 40 años.
lunes, 16 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario